Ventajas y usos del sofá cama que debes conocer
Tradicionalmente, se ha concebido el sofá cama como un mueble accesorio, un elemento poco decorativo cuya compra solo se valoraba en caso de recibir a invitados en casa con frecuencia y no disponer de una habitación para ellos. Hoy en día, sin embargo, esa idea ha quedado atrás y este tipo de sofás son perfectos en mil y una circunstancias.
Tradicionalmente, se ha concebido el sofá cama como un mueble accesorio, un elemento poco decorativo cuya compra solo se valoraba en caso de recibir a invitados en casa con frecuencia y no disponer de una habitación para ellos. Hoy en día, sin embargo, esa idea ha quedado atrás y este tipo de sofás son perfectos en mil y una circunstancias.
El sofá cama ha evolucionado mucho más que otro tipo de muebles en las últimas décadas. Los más actuales poco tienen que ver con aquellos de hace años en los que apenas se trabajaba el diseño y eran tan voluminosos como incómodos. ¿Qué tienen de especial?
Todo lo que te ofrece un buen sofá cama
Lo primero evidentemente, es elegir un sofá cama de calidad, que no quiere decir necesariamente que sea caro. La variedad de modelos y fabricantes es muy amplia y se pueden encontrar auténticas joyas al alcance de cualquier bolsillo. Partiendo de esta base, estas son solo algunas de las ventajas de elegir un sofá cama:
– Optimización del espacio: dos muebles en uno solo. Gracias a ello, el sofá cama permite aprovechar mucho más estancias pequeñas. No hay que olvidar que, en habitaciones o pisos muy pequeños, cada centímetro vale.
– Versatilidad: otra de las ventajas por las que un sofá cama es siempre una buena elección. Con él se dispone de una cama más para necesidades puntuales.
– Comodidad: en ambas funciones. Un buen sofá cama es perfecto para relajarse mientras se ve la televisión o se charla con la familia tranquilamente, pero también lo es para descansar cuando se duerme en él. Asientos, respaldos y colchones se diseñan y fabrican con esmero para ofrecer el máximo confort.
– Diseño: no importa el estilo de la casa o de la estancia en la que se va a poner el sofá cama. No es complicado encontrar modelos que combinan en ambientes clásicos, elegantes, minimalistas, nórdicos o eclécticos. En diferentes tamaños, formas, materiales, tejidos y acabados, la variedad es inmensa.
– Facilidad de apertura y cierre: en los últimos años no solo se ha trabajo en los diseños, también en los sistemas de apertura. De esta manera, cualquier sofá cama se maneja sin mayores problemas. Eso sí, hay que tener en cuenta el espacio para elegir el mejor sistema (extensible a la italiana, mediante simple presión empujando el respaldo o con un somier extraíble bajo él).
Dónde poner el sofá cama
La versatilidad del sofá cama hace que se pueda poner en casi cualquier habitación de la casa o incluso en rincones desaprovechados. Uno individual, por ejemplo, es perfecto para poner en un cuarto de estar o en la habitación de los más pequeños como cama supletoria en caso de tener invitados en casa. No abultan mucho y son muy prácticos.
También en salones es posible poner un sofá cama en lugar del tradicional. Los hay en diseños tan cuidados que nada tienen que envidiar a un sofá convencional, ni en aspecto, ni en volumen, ni en comodidad.
Pero un sofá cama tiene muchas más posibilidades. En una buhardilla o una sala de estar o de juegos permite crear un dormitorio de invitados con solo abrirlo. O incluso puede ser la butaca perfecta para un rincón de lectura.
Por supuesto, cuando se trata de apartamentos de muy reducidas dimensiones, el sofá cama es siempre la solución más práctica, ya que permite que salón y dormitorio sean un mismo espacio. De esta manera, se ganan unos metros que darán mayor sensación de desahogo.
Como ves, tener un sofá cama en casa siempre va a resultar tan práctico como decorativo. Y lo mejor es que si eliges con cuidado, tanto su comodidad como su resistencia están plenamente garantizadas. ¿Necesitas más razones para apostar por estos muebles?