Elaborado en madera de mango, este aparador destaca por su acabado natural, que resalta las vetas cálidas y aporta una estética orgánica y acogedora. Los frontales en rejilla trenzada añaden textura y un toque artesanal, creando un diseño que encaja en ambientes mediterráneos y contemporáneos.
Con 200 cm de largo, 77 cm de alto y 40 cm de ancho, incorpora cuatro puertas amplias con baldas interiores que ofrecen un espacio de almacenaje generoso y funcional. El sistema de cierre imantado aporta comodidad y mantiene una línea visual limpia.
Las patas redondas elevan la estructura y aportan estabilidad, haciendo de este aparador una pieza atemporal, versátil y perfecta para quienes buscan naturalidad, elegancia, practicidad y un diseño que realce cualquier estancia.









