Conoce la historia del mítico galán de noche
La necesidad de que el traje estuviera siempre impecable y sin arrugas hizo surgir la necesidad del galán de noche. Te contamos su historia…
Los muebles de nuestro hogar están pensados para proporcionarnos comodidad. Algunos ofrecen funcionalidades que además nos ayudan a mantener la organización de nuestra vivienda sin necesidad de realizar tareas o actividades que pueden resultar penosas. En muchas ocasiones, incluso tienen un importante papel cuando llegamos a nuestra casa deseosos de desconectar y descansar tras una dura jornada.
Uno de estos muebles es el galán de noche. Este mueble nos sirve de gran ayuda para tener organizada la ropa que vamos a usar de manera más inmediata. Aunque sus orígenes son desconocidos se puede asociar con el uso del traje de vestir masculino. Si retrocedemos en los albores del tiempo, podemos encontrar este conjunto de prendas de ropa ya en la Francia del siglo XVIII.
La necesidad de que el traje estuviera siempre impecable y sin arrugas hizo surgir la necesidad del galán de noche cuyo diseño cuenta, en su forma más básica, con una percha para la chaqueta que ayudar a mantener la forma adecuada de esta prenda. A esta también se le añade una percha de pantalón de manera totalmente integrada y aprovechando al máximo el espacio.
Así nació el diseño tan reconocible del galán de noche que aúna ambas perchas de manera vertical haciendo uso de algún tipo de pie. Se suelen ubicar principalmente en los dormitorios o en vestidores que es donde se suelen realizar los cambios de ropas.
Es un mueble al que se asocia a los ámbitos más íntimos del hogar. Su función es la de mantener el orden ayudando a la correcta conservación de las prendas que conforman un traje.
La evolución del galán de noche ha hecho que sea imprescindible en la actualidad
Con el tiempo, este uso asociado a las prendas más formales masculinas ha ido evolucionando. Hoy en día, los galanes de noche son usados con indiferencia por hombres y mujeres. Tampoco se usa exclusivamente para colocar un traje de dos piezas.
Se usa con todo tipo de ropa manteniendo su función organizativa. Además, en su diseño también se van incluyendo otros elementos que le proporcionan aún más funcionalidad como unos prácticos cajones.
Y es que usar un galán de noche en una habitación trae muchas ventajas. Una de ellas sirve para poder organizar el look que se va a usar en el día posterior. Las personas más organizadas o que prestan más atención a su imagen tienen en el galán de noche un gran aliado. Podrás tener la ropa lista para comenzar la jornada con energía.
El galán de noche, por su propio nombre se asocia más con la actividad del descanso que llega al fin del día. Es habitual llegar cansados a casa y la última de las preocupaciones que queremos atender es donde colocar la ropa. Pero esto tiene un inconveniente y es que la ropa queda amontonada por todos los sitios. El galán de noche evita esta situación ya que tendrás un lugar asignado donde dejar tus prendas de vestir cuando llegues a casa.
Probablemente habrás notado que el galán de noche suele estar ubicado al lado de una cama. Esto es para evitar que descanses con la ropa puesta. Esto se suele dar sobre todo en las siestas. Pero claro, cuando despiertas la ropa estará totalmente arrugada. Además, muchas prendas resultan incómodas para dormir ya que no están diseñadas para este fin. Con el galán de noche todos estos problemas están solucionados.
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